03 marzo 2007

Carlos



Carlos es un chico madrileño que ha tenido muy mala suerte en la vida. Trabajaba en una empresa dedicada a la fabricación de enganches de remolques para los coches. Su misión era supervisar una prensa de varias toneladas de peso cuya finalidad era el darle forma curva al mencionado enganche de bola, este tiene que ser de una sola pieza. Un fatídico día una pieza se quedo atascada y la prensa por una avería momentánea paro y saco la pieza, en ese momento cayo la prensa y como el me narró: "se quedo mi brazo, fíjate que mala suerte para una vez que se vive", esta frase tremenda y esta historia que el me contó con tanta naturalidad, con tanta frialdad, jamás la olvidare.

3 comentarios:

Osselin dijo...

Hola amigo:

He pasado dos horas en tu blog y he aprendido mucho. Tu tutorial de degradado es el mejor de la red.
Te invito a ver el mío aunque no es específico de fotografía sino de fotopòesía.
http://www.fotopoemas-osseliln.blogspot.com/

Gracias por tus esfuerzos docentes.

Raul Sensato dijo...

Excepcional retrato. Y el resto de la obra es igual de impresionante. Bravo.

Anónimo dijo...

Retratos impresionantes. El de este post es increíble; y la frase demoledora.